ORACION POR EL AÑO SACERDOTAL,
Conferencia Episcopal Argentina.
Jesús, Buen Pastor,
que has querido guiar a tu pueblo
mediante el ministerio de los sacerdotes:
¡Gracias por este regalo para tu Iglesia y para el mundo!
Te pedimos por quienes has llamado a ser tus ministros:
cuídalos y concédeles el ser fieles.
Que sepan estar en medio y delante de tu pueblo,
siguiendo tus huellas e irradiando tus mismos sentimientos.
Te rogamos por quienes se están preparando
para servir como pastores
que sean disponibles y generosos
para dejarse moldear según tu corazón.
Te pedimos por los jóvenes a quienes también hoy llamas:
que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte,
que no sean indiferentes a tu mirada tierna y comprometedora,
que te descubran como el verdadero Tesoro
y estén dispuestos a dar la vida "hasta el extremo".
Te lo pedimos junto con María, nuestra Madre de Luján,
y San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars,
en este Año Sacerdotal. Amén.
Este es un homenaje a todos los sacerdotes que trabajan por el Reino, entregando toda su vida a Jesús Maestro:
Otra oración con la que puedes orar por tus sacerdotes:
ORACION POR LOS SACERDOTES
Omnipotente y eterno Dios, dígnate mirar el rostro de tu Cristo, el eterno y Sumo Sacerdote, y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes.
Recuerda, oh Dios misericordioso, que no son sino débiles y frágiles criaturas. Mantén vivo en ellos el fuego de tu amor. Guárdalos junto a Ti para que el enemigo no prevalezca contra ellos y para que en ningún momento sean indignos de su sublime vocación.
¡Oh Jesús!, te ruego por tus fieles y fervorosos sacerdotes, por tus sacerdotes tibios e infieles, por tus sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones, por tus sacerdotes que sufren tentación, por tus sacerdotes que sufren soledad y desolación, por tus jóvenes sacerdotes, por tus ancianos sacerdotes, por tus sacerdotes enfermos, por tus sacerdotes agonizantes, y los que padecen en el purgatorio.
Pero sobre todo, te encomiendo a los sacerdotes que me son mas queridos, al sacerdote que me bautizó, al que me absolvió de mis pecados, a los sacerdotes a cuyas Misas he asistido y que me dieron tu Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión, a los sacerdotes que me enseñaron e instruyeron, me alentaron y me aconsejaron, a todos los sacerdotes a quienes me liga una deuda de gratitud.
¡Oh Jesús!, guíalos a todos junto a tu Corazón y concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad. Amén.
San Juan María Veanney, ruega por nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.