miércoles, 15 de julio de 2009

JUBILEO SACERDOTAL

Con motivo del 150º aniversario de la muerte del "Santo Cura de Ars", San Juan María Veanney, Su Santidad Benedicto XVI a Inaugurado con la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el AÑO JUBILAR SACERDOTAL.
Recurramos en todo este tiempo al Sagrado Corazón y oremos por nuestros sacerdotes y por aquellos que se preparan en las casas de formación para el sacramento del Orden Sagrado.



ORACION POR EL AÑO SACERDOTAL,
Conferencia Episcopal Argentina.

Jesús, Buen Pastor,
que has querido guiar a tu pueblo
mediante el ministerio de los sacerdotes:
¡Gracias por este regalo para tu Iglesia y para el mundo!
Te pedimos por quienes has llamado a ser tus ministros:
cuídalos y concédeles el ser fieles.
Que sepan estar en medio y delante de tu pueblo,
siguiendo tus huellas e irradiando tus mismos sentimientos.
Te rogamos por quienes se están preparando
para servir como pastores
que sean disponibles y generosos
para dejarse moldear según tu corazón.
Te pedimos por los jóvenes a quienes también hoy llamas:
que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte,
que no sean indiferentes a tu mirada tierna y comprometedora,
que te descubran como el verdadero Tesoro
y estén dispuestos a dar la vida "hasta el extremo".
Te lo pedimos junto con María, nuestra Madre de Luján,
y San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars,
en este Año Sacerdotal. Amén.


Este es un homenaje a todos los sacerdotes que trabajan por el Reino, entregando toda su vida a Jesús Maestro:

Otra oración con la que puedes orar por tus sacerdotes:

ORACION POR LOS SACERDOTES
Omnipotente y eterno Dios, dígnate mirar el rostro de tu Cristo, el eterno y Sumo Sacerdote, y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes.
Recuerda, oh Dios misericordioso, que no son sino débiles y frágiles criaturas. Mantén vivo en ellos el fuego de tu amor. Guárdalos junto a Ti para que el enemigo no prevalezca contra ellos y para que en ningún momento sean indignos de su sublime vocación.
¡Oh Jesús!, te ruego por tus fieles y fervorosos sacerdotes, por tus sacerdotes tibios e infieles, por tus sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones, por tus sacerdotes que sufren tentación, por tus sacerdotes que sufren soledad y desolación, por tus jóvenes sacerdotes, por tus ancianos sacerdotes, por tus sacerdotes enfermos, por tus sacerdotes agonizantes, y los que padecen en el purgatorio.
Pero sobre todo, te encomiendo a los sacerdotes que me son mas queridos, al sacerdote que me bautizó, al que me absolvió de mis pecados, a los sacerdotes a cuyas Misas he asistido y que me dieron tu Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión, a los sacerdotes que me enseñaron e instruyeron, me alentaron y me aconsejaron, a todos los sacerdotes a quienes me liga una deuda de gratitud.
¡Oh Jesús!, guíalos a todos junto a tu Corazón y concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad. Amén.

San Juan María Veanney, ruega por nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.